Para los amantes del café resulta ser más que una simple bebida, pues se disfruta cada sorbo y es todo un ritual.
No importa si es de mañana o noche, una taza de café siempre viene bien para todo aquel que lleva una vida más activa y apasionada. Por eso, hay rituales que son infalibles en el día a día.
Por las mañanas: Uno de los momentos en que el café no puede faltar es en el desayuno.
Compañero de lectura: No hay mejor compañía a la hora de leer que un buen café.
Para conquistar: En las charlas románticas siempre habrá un café de por medio, una taza con aroma tostado y humeante siempre hará la diferencia.
Después de comer: Uno de los mejores digestivos y estimulantes para evitar la pesadez.
A la hora de estudiar o trabajar.
En días fríos y lluviosos.