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¿Verdades o mitos sobre el café en cápsulas?

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Según periodista, en muchos países las cápsulas de café se ha ido introduciendo en la vida cotidiana, incluso en España las han incluido en los productos de consumo habitual, en muchos hogares, las cafeteras para cápsulas se han convertido en indispensables. Las cápsulas han sido objeto de bulos en internet, según estudios de expertos, estas son algunas respuestas:

  1. Algunas personas dicen que pueden producir toxoinfecciones alimentarias, sin embargo, un estudio revela que ni las cápsulas, ni el café contienen ningún patógeno que ponga en riesgo la salud o seguridad alimentaria. La investigación se centró en la microbiota que aparece en las bandejas de las máquinas, debido a la falta de limpieza (de las máquinas) si habían bacterias que pueden provocar problemas en la salud.

  2. ¿Existen contaminantes químicos de las cápsulas?, el aluminio de las cápsulas ha sido protagonista de un bulo bastante difundido, diciendo que “la presión y la temperatura a la que se somete a la cápsula hace que parte del aluminio que contienen pase al café”. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria –EFSA- en una opinión científica, concluyó que “es improbable que los mecanismos indirectos de genotoxicidad (del aluminio) que suceden con niveles de exposición relativamente altos, sean relevantes para los humanos expuestos al aluminio a través de la dieta”. 

    En cuanto al furano, la EFSA en su informe sobre hallazgos provisionales de furano en alimentos, como la OMS en la reunión del JEFCA de 2010, lo consideraron preocupante por su efecto carcinógenico en humanos. Sin embargo, según el estudio, “el café en cápsulas contiene más cantidad de furano que cualquier otra variedad de café pero se mantiene dentro de los límites seguros”.

  3. Problemas medioambientales, este podría ser un verdadero problema de las cápsulas de café, en 2016 la ciudad de Hamburgo prohibió las cápsulas de café en los edificios públicos, lo hizo como parte de sus políticas para reducir los residuos ( no porque fuesen un peligro alimentario). Es difícil reciclar las cápsulas, el porcentaje de residuo respecto al del producto es enorme, tiene al menos dos elementos: el café (resto orgánico) y el envase (que puede ser de aluminio, plástico o papel).