En este momento, en el que estamos pasando momentos de confinamiento y distanciamiento social derivados de la pandemia del Coronavirus, a muchas personas nos hace falta la interacción en las cafeterías, ya sea con amigos o familiares, o simplemente dedicar un tiempo para nosotros disfrutando de una taza de un buen café en un lugar con bonita vista que lo haga especial. Tiene lógica y razones, según un documento realizado por la Dra. Lisa Waxman, profesora de la Universidad Estatal de Florida, titulado “The Coffee Shop: Social and Physical Factors Influencing Place Attachment”, explica que la cafetería es mucho más que solo el café, ella investigó las características típicas de las cafeterías como su aroma, sillones o asientos, vistas, iluminación, ella descubrió que todo esto contribuye de manera muy significativa a nuestro sentido de comunidad.

El estudio exploró las características que fomentan el comportamiento de reunión. “Estos lugares de reunión, con el potencial de mejorar la comunidad, se han llamado terceros lugares”. Para realizar la investigación se realizaron entrevistas encuestas, mapeo de comportamiento, observaciones, y así, comprender mejor el significado de la relación persona-ambiente.

Las cafeterías no son sin trabajo ni hogar, es por eso que son un “tercer espacio”, una categoría de particular importancia para nuestro bienestar social. La Dra. Waxman dice, “Gran parte de la experiencia se trata de estar en presencia de otros y de tener una excursión. Incluso si la interacción verbal es limitada en la cafetería, todavía existe la sensación de haber participado con otros miembros de la comunidad que crea conexión”.

Actualmente, esto está haciendo falta en nuestras vidas y rutinas diarias, para adaptar el documento a la situación mundial de distanciamiento social, la Dra. Waxman recomienda que establezcamos una rutina que implique interacción social, lo importante es compartir con alguien ese momento de placer, puede ser con las personas con las que vivimos o bien  virtualmente con amigos u otros familiares. Incluso, si no podemos recrear al cien por ciento la calidad del café de la cafetería podemos disfrutar el ritual de hacer el nuestro en casa, lo mejor que se pueda. Importante, recrear el lugar donde lo beberemos, podemos salir al patio, jardín, balcón, etc., donde podamos ver a algunos vecinos y sentirnos conectados con quienes nos rodean.