El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), realizó un análisis de los mecanismos de transmisión, y dimensionar la magnitud del impacto económico, de la pandemia COVID-19 en Centroamérica, Argentina, Colombia y México.

Sabemos que esta es una crisis sin precedentes, tendrá un impacto mayor al de la Gran Recesión del 2008-09 y algunos analistas han dicho que su magnitud se compara con la Gran Depresión de 1930.

El desempeño de la economía en la región se verá afectado directa o indirectamente reflejando los efectos de las medidas implementados por los gobiernos. Si bien existe un consenso sobre los posibles canales de transmisión de la crisis, aún hay mucha incertidumbre sobre la magnitud de sus efectos en el crecimiento del PIB.

Para plantear los escenarios del análisis se tomaron los datos del crecimiento del PIB del informe de 2019 del Fondo Monetario Internacional.

En el primer escenario, el crecimiento económico de Centroamérica pasaría del 3.9% proyectado en octubre de 2019 a una recesión económica de -2.5%, y  Argentina, Colombia y México enfrentarían una recesión de sus economías de -5.7, -2.0 y -4.4 por ciento, respectivamente.

En el segundo escenario, el crecimiento económico de Centroamérica pasaría del 3.9% proyectado en octubre de 2019 a una recesión económica de -4.9%, y Argentina, Colombia y México enfrentarían una recesión de sus economías de -7.6, -4.0 y -6.9 por ciento, respectivamente.

El tercer escenario, es el promedio simple de los dos anteriores, por lo cual el crecimiento de Centroamérica pasaría de 3.9% a -3.7%, y Argentina, Colombia y México tendrían una estimación en este escenario de -6.7, -3.0 y -5.6 por ciento, respectivamente.

La pandemia ha obligado al mundo a tomar medidas de contención para prevenir el contagio,  que han afectado la economía mundial. El paro de la producción global, crea obstáculos en la cadena de suministros, en la demanda de los mercados, en el accionar de las empresas, y disrupciones en los mercados financieros. Con la finalidad de atender la emergencia sanitaria y promover la reactivación económica, las economías desarrolladas como las de Estados Unidos y Europa han activado programas de asistencia, y políticas monetarias y fiscales.

Para los países asociados por el comercio se han visto afectados por las medidas nacionales que restringen la libre movilidad y procuran el aislamiento social. “En el sector externo: el comercio, turismo y remesas; y en el sector real: inversión, demanda agregada y transporte. La cascada de consecuencias económicas demandará políticas de apoyo por parte de los gobiernos, lo que se estima generará presiones fiscales importantes, la promoción de políticas monetarias contra cíclicas que generará presiones en el endeudamiento”, se enfatiza.