La Corporación Brasileña de Investigación Agrícola y la Corporación Brasileña de Investigación Agrícola (Embrapa), realizaron una publicación en la que afirman que la calidad del café brasileño va más allá de la Arábica, anteriormente el café canéfora se ha considerado de segundo nivel y se ha mezclado con arábicas de bajo estándar,  para su uso en la industria soluble, sin embargo, las plantas de esta especie son más rústicas y productivas, esto hace que el costo de producción y comercialización sea competitivo para el uso industrial y ha permitido que se convierta en un especialista de productos básicos.

Los café canephores están evolucionando a un ritmo acelerado, en 2018, la Asociación de Cafés Especiales de Brasil (BSCA) invitó a los productores de conilon y robusta de todo el país a unirse. De hecho, lo que más les ha afectado a los productores es la falta de inversión adecuada en tecnologías para las etapas de cosecha y pos cosecha.

Los cafés canéfora finos ahora provienen de regiones que están comenzando a ser reconocidas como centros de origen para bebidas especiales de la especie, por ejemplo, la Mata de Rondônia para Robustas amazónicas y los Conilons de las montañas capixaba o llanuras bahianas. Las  técnicas modernas de fermentación inducida también se llevan a cabo en estos cafés, y han presentado matices de aromas y sabores, hasta entonces, inimaginables para la especie canéfora.