Entre 2018 y 2019 se registró la cosecha más baja de café de los últimos 40 años según el instituto del café de Costa Rica, que trabaja en la introducción de nuevas variedades que se adapten a un cambio climático que ha hecho destrozos en los últimos años, además de mejorar la resistencia a enfermedades y garantizar la productividad.
¿La meta a cumplir ahora? la producción de 2.5 millones de fanegas de café en un plazo de 3 años, ya que la directora del Café, Xinia Chaves, cree que en la alianza y articulación que lideran el Ministerio de Agricultura y Ganaderia pueden encontrar el beneficio que pueda gestionarse directamente en la productividad.
“Tenemos el material genético generado por el Instituto”, aseguró Chaves tras exhortar a los productores a comprometerse y tener la disponibilidad de recibir charlas o conferencias prácticas para que, efectivamente, el cultivo de estas variedades de café “nos lleven a la producción deseada”, indica Chaves.
Con este proyecto también se construye el convenio tripartito entre la CCSS, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el café, que fue firmada en diciembre.
Este acuerdo generará un seguro a la familia recolectora de café por parte de la institucionalidad y permitirá que los trabajadores puedan moverse de una finca a otra sin ninguna restricción.
“Este es un importante proyecto que pasa a ser parte de un componente social de la triple utilidad de la sostenibilidad”, indicó Xinia Chaves.
El posicionamiento del café en Costa Rica se afianzó luego de la reunión entre el presidente con los importadores más grandes de café en el país y la presentación del proyecto de trazabilidad por parte de café.
Chaves reveló que, luego de ese encuentro, la institución dio seguimiento a las empresas Starbucks y Petts que expresaron su interés en convenios de cooperación y ciencia.
Según el Informe del Estado de la Nación en 2017, la mayoría de los productos que tienen los multiplicadores de empleo más altos pertenece al sector de manufactura.
Un caso destacado es el del café oro: “Por cada 10 nuevos trabajadores que se insertan en este sector, se crean 297 empleos indirectos, para un total de 307 nuevos puestos. Esta capacidad de generar oportunidades laborales puede estar asociada al gran potencial que tiene esta actividad para demandar insumos de otros sectores”.
