Según un medio de comunicación, la compañía taiwanesa Singtex, durante la última década se ha dedicado a crear tela con restos de café. Hace énfasis en que para preparar una taza de café, se necesita el 0.2 por ciento del grano, el 99.8 por ciento restante se convirtió en café molido y seguramente se desecha para nunca más usarse.

La compañía nació en el año 2005, el CEO de Singtex, Jason Chen y su esposa, estaban bebiendo una taza de café en Starbucks donde vieron a unas ancianas recoger restos de café, su esposa bromeó diciendo “El café molido quita los olores corporales”. Del comentario surgió la idea de una investigación que duró cuatro años y que en conjunto con $1.7 millones de dólares hicieron que se creara el primer molino que convierte los restos de café en tela, S.Cafe.

El café se consigue, completamente gratis en Taiwán, en lugares como Starbucks y 7-Eleven. Tan solo en la isla, se producen 30 toneladas de café molido a diario para 6 millones de tazas de café.

El concepto de la tela de café es un modelo empresarial replicable en el resto del mundo y que puede usarse como una fuente de ingresos extra. De hecho, esto ya se ha hecho en Colombia.