Según un medio de comunicación, la explica que, a la hora de determinar si un café tiene mayor calidad que otro debemos fijarnos en el tueste que tiene.
El tueste natural, se da cuando el grano es procesado en la tostadora, a temperaturas altas, mientras sus propiedades organolépticas van modificándose. Este es el que tiene el café que llamamos café 100% arábica. El color, sabor y contenido de cafeína varía según el tipo de tueste.
El café torrefacto, es el que surge de un proceso en el que se añaden azúcares al grano de café mientras se tuesta. “El azúcar se va derritiendo hasta quemarse y envolver en grano, lo que genera un sabor fuerte con mayor amargor y un tono muy oscuro que en cierta forma cubre el gusto original del café”, dice Fernández. Por cada 100 kilos de café, se añaden 15 de azúcar.
Lo que recomienda Fernández para elegir el café, es buscar el grano menos tostado, ya que así ofrecerá más aportes nutricionales. “El mayor beneficio del café son sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que no solo se debe a los niveles de cafeína, sino también a otros componentes en los granos que son positivos, como los fenoles”. El café torrefacto, al ser tan amargo, necesita azúcar para endulzarlo, si elegimos uno de tueste natural, es más probable que necesitemos menos cantidad de azúcar a la hora de tomarlo.