La Broca es considerada una plaga silenciosa, si no se realizan muestreos en la unidad productiva puede pasar desapercibida durante todo el ciclo. Los niveles de infestación inciden directamente en la conversión cereza-pergamino y en la calidad del grano, se traduce en pérdidas económicas considerables para el caficultor.

El Ing. Oscar Guillermo Campos Almengor del Centro de Investigaciones en Café de Anacafé –Cedicafé– ha realizado una cápsula técnica para el Manejo Integrado de la Broca que pueden implementarse al finalizar la cosecha.

Para realizar el control etológico deben colocarse trampas para la captura de la broca, funcionan con un “atrayente” compuesto de una mezcla de alcoholes, etanol y metanol, en partes iguales (relación 1:1).

Los materiales que se necesitan para elaborar las trampas Eco-Iapar son: botellas plásticas desechables de aguas gaseosas tamaño jumbo, alcoholes etílico y metílico al 95%, pintura de aceite de color rojo, alambre galvanizado número 20, solvente para pintura, brochas, pajillas, una jeringa de 10cc, navaja y anilina color café, roja o verde para mezclar con los alcoholes.

En los estudios realizados por Cedicafé, se realizaron innovaciones en la estructura de la trampa, sustituyendo el gotero tradicional por pajillas como difusor, reduciendo significativamente el costo de la trampa.