Aunque cada uno tiene sus gustos en lo que a gastronomía se refiere, existen algunos cafés que deberías proar para que no le prives a tu paladar de ninguno de ellos.
Café Raf o ruso: La receta original consiste en verter azúcar en una taza o copa, después un poco de café hasta la mitad y coronarlo con chantilly o crema batida/nata montada.
Latte: Básicamente es una variación del café con leche, ya que contiene una capa adicional de leche espumada encima. A diferencia de un Latte Macchiato, todos los ingredientes están completamente mezclados.
Helado: Este tipo de café resulta ideal probarlo en verano. Para prepararlo necesitarás 100 ml de café, 50 ml de leche y 2 tazas de hielo. Tritura todo, viértelo en un vaso grande y termina de condimentarlo con nata helada y un poco de canela en polvo. Se conoce también como frappé .
Mocaccino: Esta variante de capuccino es otro de los cafés que todos deberíamos probar. ¿En qué se diferencia? Ambos se preparan con café expreso y leche vaporizada, pero al mocaccino se le añade chocolate.
Café quitafrío: Este se prepara con leche caliente, un chorrito de whisky o ron, un toque de miel, y un toque de canela y nuez moscada.